2.9.10
La primavera es un tiempo de cambios. Así como las flores cambian de un año a otro, nosotros también. Cambiamos por dentro, por fuera, cambian los sentimientos, las emociones. Llegan los amores, se renuevan las amistades, los valores. En la primavera, los vientos de esperanza, de luz, son más potentes que durante el resto de año. Crecen las ganas de salir, las ganas de respirar aire puro, las ganas de estar con la naturaleza. Empiezan las noches estrelladas, y canciones bajo la luna. Las relaciones se afianzan, se hacen más fuertes. Se renueva el amor, el cariño, las ganas de estar acompañado. Estamos contentos, le damos la bienvenida a la última parte del año; que para muchos es la más difícil. La primavera trae encuentros, desencuentros, amores, amistades, alegrías, tristezas; es como una licuadora que no sabes en que va a desembocar. Dicen que la primavera es la época de los enamorados, donde todos salen a desfilar en parejitas de la mano por la calle. Y notas las caras que tienen emociones contenidas, encontradas, con incertidumbre. Esa incertidumbre que te genera la primavera, que tal vez la empezaste solo, y terminas acompañado para el resto de tu vida. Y le decís ‘Hola primavera, hacía rato que te estaba esperando. Llegaste un poco tarde, pero al fin llegaste.’ Esa bienvenida, que le damos, y que junto con ella trae amor. ♥