30.4.11

La "Antinovios"

Si hoy me dan a elegir entre una cena con amigas y una mega fiesta llena de solteros, elijo (y sin dudar) la primera opción. Reemplacé las lacrimógenas comedias de amor por las de acción y suspenso, y ya no me babeo ante una escena callejera de dos amantes robándose besos.
Disfruto (¡y no se imaginan cuánto!) de no estar pendiente de un mensaje de texto, de no tener que conjeturar sobre los silencios, hipotetizando causas que impidieron que un fulano me llame.
Ya no imagino excusas que no voy a tener que oír, ni planeo estrategias para anclar a un candidato a mis tobillos. No necesito anticipar como será la despedida porque no habrá encuentro, y no busco nuevas herramientas para ensamblar las piezas rotas que deje la ruptura, porque planeo preservarme de los letales daños de un nuevo amor.

Y me siento libre.
Libre de mí misma y de los fantasmas que rodean los inicios de cualquier relación. Porque seamos honestos: ¿Quién recuerda los noviazgos perfectos? Nadie, o casi.
Uno suele abrazarse al recuerdo de los amores equívocos o no correspondidos. Los que nos dejaron el corazón desaliñado y torpe vagabundeando por las esquinas del fracaso. Los que nos hicieron desayunar lágrimas hasta oxidarnos por dentro.

Y es ahí, cuando tomo distancia del pasado no tan lejano, que me permitió mirarme desde la platea, como un mero espectador y exigir que me devuelvan el importe de la entrada que pagué por hacer ese triste papel.

A contraluz me redescubro y veo esta nueva versión de mí: La antinovios.
Capaz de venerar la estampita de Santa Soltería y hasta dedicarle unas cuantas novenas. Dispuesta a esquivar la mirada de cualquier potencial aniquilador de lacalmaquetantomecostóconseguir. Convencida de que un baño de espuma es mejor plan que una mala cita. Fascinada con la idea de que estoy a salvo de aprendices de enamorados y de galanes de telenovela sin rating.

Hoy prefiero ser un monstruo escéptico que una mujer vulnerable y crédula.
Una juli rebelde.
Una antinovios... Mucho antes que una novia con el rimmel corrido.